«¡Notre Dame, abre tus puertas!» pidió tres veces el arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeando con su báculo las puertas de la catedral gótica más famosa del mundo, construida hace más de 860 años.
El coro de la catedral respondió desde el interior invitando a los fieles a entrar, unos 1.500 invitados, entre ellos el presidente electo estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodimir Zelenski, que ya estaban dentro, reseñó AFP.
El príncipe Guillermo, el príncipe Alberto de Mónaco, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, la primera dama estadounidense, Jill Biden, y el multimillonario y propietario de la red social X, Elon Musk también fueron algunos de los invitados.
El papa Francisco estuvo ausente, aunque envió un mensaje para la apertura de las ceremonias. El sumo pontífice considera que «hay lugares donde es más necesario que vaya a aportar consuelo», explicó el arzobispo de París a AFP.
La reconstrucción de Notre Dame
La catedral sufrió un devastador incendio el 15 de abril de 2019. Las imágenes del desastre dieron la vuelta al mundo.
La reconstrucción, en la que han participado más de 2.000 trabajadores y 250 empresas a lo largo de estos cinco años, ha dejado Notre Dame esencialmente fiel a su configuración precedente, aunque se han hecho modificaciones para elevar los estándares de seguridad y poder evitar nuevos siniestros.
El proyecto contó con un presupuesto de 700 millones de euros y aunque la gran reinauguración oficial se realizaró este sábado, seguida, el día 8, de una reapertura al público con una misa por la mañana y otra por la tarde-, las obras en Notre Dame deberán continuar hasta 2030.
La agencia AFP detalló que esta reinauguración supone otro jalón en su agitada historia, con un tejado totalmente reconstruido, una nave y un crucero limpios, un mobiliario nuevo y moderno y una iluminación modulable gracias a lámparas led.
El órgano, fabricado hace tres siglos, fue desmontado, limpiado y vuelto a instalar.
Si bien la nave de 60 metros de longitud se muestra ante los fieles de un blanco inmaculado, las capillas adyacentes lucen colores espectaculares, gracias al meticuloso trabajo de centenares de artesanos.
Entre ellas, la capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, una rareza entre los templos europeos, que será objeto de una celebración especial el 12 de diciembre.
Las celebraciones durarán en realidad «seis meses», aseguró el arzobispo de París, Laurent Ulrich, a AFP. Notre Dame prevé misas de agradecimiento para los donantes y el personal que reconstruyó el templo, entre otros.