La presencia de esta especie animal, denominado Lissachatina fulica, se ha ubicado a través del equipo de Control de Vectores, Reservorios y Fauna Nociva. En total, 1.371 caracoles africanos se han encontrado en terrenos enmalezados de viviendas.
La coordinadora de Control de Vectores y Fauna Nociva, Josefina Bazán, refirió que han sido atendidas las solicitudes realizadas ante su despacho en las parroquias Bolívar, Raúl Leoni, Olegario Villalobos, Cecilio Acosta, Caracciolo Parra Pérez, Domitila Flores y Francisco Eugenio Bustamante, según una nota de prensa.
Señaló asimismo que, para evitar la proliferación de los caracoles africanos, es necesario que los dueños de cada vivienda mantengan los patios limpios, eliminen la basura, escombros, restos de madera y cualquier lugar que pueda ser utilizado como refugio por el caracol.
Cabe destacar que los caracoles africanos se encuentran frecuentemente en patios, áreas enmontadas o boscosas, se alimentan de distintas plantas, llegando incluso a convertirse en plagas dentro de los cultivos, se reproducen con suma facilidad, constituyen un desequilibrio ecológico y representan un riesgo para la salud de los humanos.
El secretario de Salud, Diego Muñoz, recalcó la importancia de tener la prevención necesaria, ya que la baba de este tipo de caracoles puede producir neumonía, bronquitis, meningitis, encefalitis e infecciones intestinales y en la piel.
Es útil saber que los síntomas más comunes al tener contacto directo son: dolores de cabeza, vómitos y cuadros diarreicos.