Cualquier persona que tenga experiencia comprando ropa sabe que está puede tomar una variedad casi infinita de formas y tipos. Esto hace que hacer guías sobre ella sea difícil, ya que entre tanta variedad, hay simplemente mucho para decir.
Cualquier persona que tenga experiencia comprando ropa sabe que está puede tomar una variedad casi infinita de formas y tipos. Esto hace que hacer guías sobre ella sea difícil, ya que entre tanta variedad, hay simplemente mucho para decir.
Es por eso que hoy elegimos enfocarnos en una característica que nos permite hablar de una enorme cantidad de ropa de mujer al mismo tiempo: el material. Pero, como de la misma forma los materiales son muchísimos, vamos a ser todavía más específicos y sentarnos en uno en particular: el algodón.
Por otro lado, aunque nos vamos a focalizar en ropa femenina, al estar hablando de algo tan general como los materiales, una buena parte de lo que digamos también va a poder aplicar a la indumentaria masculina.
No creemos que sea realmente necesario introducir el algodón. No por nada esta se mantiene desde hace mucho como la tela natural más popular del mercado: es suave, flexible, resistente y absorbente, además de poder tomar un sinfín de formas en la ropa femenina.
Sin embargo, ahora vamos a tratar de poner en palabras e hilar más fino sobre algo que ya intuitivamente saben.
Empecemos por algo que todavía hoy, con el surgimiento de una multitud de telas sintéticas y la facilidad de acceso de varias naturales, todavía la mantiene entre las mejores del mundo: el que sea muy transpirable. Esto es fundamental en todo tipo de ropa, ya sean vestidos o camisas para mujer.
Con transpirable nos referimos a la facilidad que tiene el aire de entrar (y, por supuesto, luego salir) de la prenda. Aunque esto puede parecer a simple vista no tener importancia, es uno de los puntos clave en la comodidad de cualquier pieza de ropa.
Por un lado, la ropa casual para mujer transpirable le permite a nuestra piel “respirar” mucho mejor. Esto se vuelve obvio cuando contrastamos con telas y materiales no transpirables, como el nylon. Al usarlas, la piel se siente como ahogada y la tela rápidamente se llena de sudor.
Esto sucede porque al no poder pasar el aire, el sudor tiene un camino más difícil hacia el exterior, lo que hace que sea más difícil que se evapore. Esto tiene el incómodo resultado de hacernos sentir sofocados.
En el caso del algodón, por un lado la apertura entre sus fibras hace que el aire circule con mayor facilidad. Por otro lado, al ser bastante absorbentes este sudor puede almacenarse en la tela, en vez de chorrear por nuestro cuerpo. Esto es particularmente importante si hablamos de ropa maternal.
Pero además de esto, es cierto que el algodón también es muy suave. En parte esto viene de la mano de las dos características que ya mencionamos, pero también es cierto que su textura por sí sola se siente bien contra la piel.
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Una buena parte de las prendas, lejos de estar hechas con un solo material, son una mezcla entre dos o más. Aunque en algunos casos esto se hace solamente para abaratar costos, en otros da como resultado ropa mujer que junta lo mejor de ambos materiales.
Aunque, como podrían imaginar, las combinaciones posibles son muchísimas, hoy vamos a hablar sobre las más comunes y populares: el poliéster, el lino y la seda.
Empecemos con el poliéster. Esta es una tela artificial y relativamente barata que al mezclarse con el algodón (en el mejor de los casos) le da resistencia y una mayor capacidad para repeler la humedad. La calidad de esta combinación va a variar mucho según el tipo de ropa para mujer.
Por una parte, esta es muy usada en ropa deportiva, ya que esta mezcla da un buen producto final. Pero sin embargo, en el caso de otros tipos de ropa uno podría dudar que el fabricante esté buscando obtener una tela de mejor calidad y no solamente reducir costos.
Pasemos ahora al algodón y al lino. Estas dos telas son naturales, suaves y muy cómodas. Aquí podemos ver como el algodón complementa una de las desventajas del lino: el ser demasiado fresco. Aunque esto puede sonar como algo bueno, muchas veces es bueno que una prenda sea más balanceada. En general, esta mezcla es muy usada en blusas para dama.
Por último tenemos la mezcla entre algodón y seda. Como quizá ya sepan, la seda es una tela natural que suele ser muy costosa y estar limitada a ropa de lujo. Su suavidad y textura es incomparable, y al mezclarse con el algodón logra transmitir una buena parte de estas características a un producto mucho más económico.
Para terminar esta parte del artículo, no podemos dejar de mencionar que todo esto va a variar mucho según el % específico que tenga cada tela. Si bien el producto final no siempre es solo una suma de las cualidades de sus partes, es verdad que podemos tener idea general de este en base a esto.
Aunque el algodón por sí mismo es un material bastante resistente, siempre podemos tomar algunas precauciones para hacer que nuestra ropa de algodón se mantenga en óptimas condiciones lo más posible.
Lo más importante es la temperatura del agua. El algodón tiene que lavarse con agua fría o tibia, nunca debe exponerse al agua caliente. Esto puede hacer que la prenda se encoja, prácticamente arruinándola. Esto se vuelve todavía más cierto en la ropa ancha para mujer.
Tampoco es recomendado usar una secadora, ya que esto puede generar un estrés innecesario a las prendas. El método tradicional de colgarlas y dejar que se sequen con el aire es el más efectivo. Sin embargo, en el caso de que quieran usar una secadora, siempre se recomienda mantener la temperatura al mínimo.
Por otro lado, en el caso de que haya algún tipo de rotura en cualquier tipo de prenda de algodón, lo mejor que puede hacerse es que se la repare de inmediato. Por más pequeña que pueda ser, si se la deja estar podría extenderse y arruinar la pieza entera.