Ir a la playa es para muchos un plan redondo. Principalmente en verano, cuando el calor aprieta, resulta muy apetecible darse un baño en el agua del mar, bucear y practicar deportes acuáticos. Muchas playas son auténticos paraísos de arena fina y aguas turquesas, pero algunas pueden ocultar peligros inesperados.
Bañarse en playas con fuertes corrientes y olas impredecibles puede ser muy peligroso. También en las que son el hogar de tiburones o en aquellas que se sitúan muy cerca de volcanes activos o sus aguas están contaminadas o presentan patógenos.
Las playas en las que se hace surf son especialmente peligrosas por la presencia de corrientes de resaca, que poseen mucha fuerza y pueden incluso arrastrar a una persona desde la orilla hasta mar adentro. Hasta el más experimentado nadador puede estar en peligro si se ve arrastrado por este tipo de corriente. En un estudio publicado en 2018 en Natural Hazards and Earth System Sciences, los investigadores concluyeron que las corrientes de resaca son la causa principal del 81,9 % de los rescates en las playas de surf estadounidenses, con una variación regional del 75,3 % (costa este) al 84,7 % (costa oeste). Según este estudio, al año se producen más de 100 ahogamientos fatales debido a las corrientes de resaca en los Estados Unidos.
Ser conscientes del peligro que puede entrañar nadar en una playa, por ejemplo, si en ella hay corrientes de resaca es básico para evitar un accidente fatal o un susto. Precisamente de este aspecto trata un estudio que se publicó también en 2018 en Tourist Management. En él, los autores se centran en Australia y en el hecho de que muchos visitantes extranjeros que acuden a sus playas desconocen los peligros de estas, no saben lo que son las corrientes de resaca ni conocen el sistema de banderas de seguridad. Los resultados del estudio indican que aproximadamente un 10 % de las muertes anuales por ahogamiento en la costa es de visitantes internacionales.
¿Y cuáles son las playas más peligrosas del mundo? Estas son algunas en las que mejor no te bañes.
Playa Zipolite, México. Esta playa de Oaxaca es famosa por sus fuertes corrientes y olas impredecibles. El oleaje puede ser extremadamente peligroso y son frecuentes los ahogamientos y los rescates de bañistas.
Playa Kilauea, Hawái. Nadie niega la belleza de esta playa, pero se localiza en una región volcánica activa. Las erupciones del volcán del mismo nombre y la liberación de gases tóxicos pueden suponer un gran peligro para los visitantes.
Playa de Boa Viagem, Brasil. Situada en Recife, Brasil, esta playa es conocida por ser el hogar de una gran población de tiburones. De hecho, los ataques de los escualos han sido un problema recurrente que han convertido a Boa Viagem en unas de las playas más peligrosas del mundo.
Playa de Chowpatty, India. Esta playa de Bombay es un destino popular para los locales y los turistas. Es más, en septiembre muchos habitantes de la zona celebran allí el festival de Ganesha Chaturthi. Sin embargo, está contaminada con desechos y aguas residuales, lo que supone un peligro para la salud.
Playa de Fraser Island, Australia. Esta playa de gran belleza, con dunas gigantes, aguas cristalinas y bosques tropicales esconde varios peligros. En ella se producen ataques de tiburones, hay muchas medusas y fuertes corrientes.